El bien común: Barrakes al seu lloc

Pasado el calentón del pasado viernes (que no la rabia) por el traslado de Barrakes, y tras ver la movilización en las redes sociales (impresionante), y la reacción del alcalde Trias ante las reivindicaciones de los organizadores del evento y de las 2.000 personas que piden en la red que Barrakes no se mueva, creo que es el momento de hacer un análisis más frío de los pros y lo contras de este cambio de ubicación, para que algunos entiendan por qué los jóvenes están treient fum pels queixals.

Dice el señor alcalde en Radio Marina que es una decisión por el «bien común» y que «hay cosas que deben prevalecer por encima de otras». Veamos lo que el alcalde considera bien común. Empecemos por los contras:

– La nueva ubicación no dispone de las infraestructuras mínimas para realizar un festival del tamaño y categoría de Sa Costa Barrakes. Eso va a hacer que, a tres meses del evento, todos los presupuestos previstos salten por los aires. Más dinero para infraestructuras, menos dinero para contratar bandas. Eso significa que se deberá bajar el listón de popularidad de las bandas a contratar, que no necesariamente la calidad, pero todos sabemos que hay nombres que llaman más que otros, y esos nombres por lógica son más caros de contratar. Bandas menos conocidas, menor reclamo para el público y pérdida de prestigio para el Festival. A todo esto, el Ayuntamiento plantea bajar su aportación a Barrakes en un 20%. Algo asumible en estos tiempos que corren, pero inaceptable si se suma al aumento de gastos que genera el cambio de ubicación, que ellos mismos han provocado con su decisión.

– El traslado implica unos problemas de movilidad irresolubles. Es imposible acceder en coche o moto por los inmensos atascos provocados por los Fuegos Artificiales. Por no hablar del binomio vehículo+alcohol, que nos guste o no, sea justificable o no, ocurrirá. ¿Ir andando? Es una posibilidad, claro. Pero pensemos dos cosas. Primero, que está muy, muy lejos de casi todas partes. Nos pueden llamar vagos, pero es que el segundo problema es que los asistentes se verán obligados a atravesar una carretera muy transitada y mal iluminada. El peligro que genera tener a cientos (más bien miles) de personas, muchas de ellas con un considerable volumen de alcohol en sangre, paseándose por una carretera en plena noche, no se le escapa a nadie. En la página de facebook de «Salvem Barrakes» (http://www.facebook.com/salvembarrakes), ya se puede leer a padres preocupados por la seguridad de sus hijos ante esta nueva ubicación.

He leído también que se plantean la posibilidad de poner un bus nocturno gratuito. Para empezar, ese tipo de medidas se deben contemplar antes de aprobar el traslado, no después. Una muestra más de que todo huele a improvisación electoralista. Y segundo, como no sea un helicóptero nocturno, no sé qué va a solucionar el bus, que se va a ver atrapado en el atasco como todos los demás. También he leído que se podría habilitar un carril bus «como en la Merçè…» (sic). Brillante idea si no fuera porque en Barcelona, las calles tienen cinco carriles y en Blanes, uno. Si habilitas un carril bus, cortas la calle. ¿Puede permitirse Blanes entorpecer aún más la circulación en esos días? Rotundamente no.

La viabilidad futura (y presente) del evento corre grave peligro. Es fácil de entender. La nueva ubicación va a hacer que el número de asistentes baje significativamente. Si a ésto añadimos que el «gancho» del cartel bajará porque el presupuesto se va a ver drásticamente reducido por el Ayuntamiento y por la propia Associació de Barrakes (si sumamos el 20% que va a reducir el consistorio al 20% que la Associació calcula que tendrá que desviar a infraestructuras, haced cuentas…), tenemos otro motivo para que la afluencia descienda. En estas condiciones, ¿les será rentable a las asociaciones del pueblo montar su barraka? Si tenemos en cuenta la inversión y el esfuerzo necesarios, es fácil pensar que no.

Pues bien: si no hay «barrakistas», no hay Barrakes. Así de sencillo. Y hay otro daño colateral, puede que incluso más grave. Todas esas asociaciones han estado financiando su actividades anuales con lo ingresado durante Barrakes. Si dejan de recibir ese dinero, ¿cómo van a subsistir? ¿Con qué recursos van a seguir organizando sus actividades? Esto quiere decir que la vida cultural del pueblo se verá terriblemente afectada, ya que las asociaciones no van a poder mantener su nivel de actividad por falta de fondos. No es sólo que se puedan perder cinco días de fiesta juvenil, musical y cultural. Es que se puede hacer un daño irreparable a todas las actividades asociacionales del pueblo, desde el deporte a la política, pasando por la cultura o el ocio. Esas pequeñas cosas que hacen que un pueblo siga vivo y activo.

– La marginación de una parte importante de la población. A partir de ahora, si no se frena este absurdo traslado, un parte de la población blandense se van a convertir en ciudadanos de segunda. Porque se les obliga a irse lejos de cualquier atisbo de la Festa Major. Si quieres ver los fuegos, no llegas a tiempo a Barrakes. Si estás en Barrakes y te apetece cambiar un rato e ir a la feria, no puedes. Nos crean un suerte de «ghetto» para jóvenes, y de paso nos alejan todo lo posible de «su» Festa Major, en la que por lo visto estorbamos. La Festa Major es de todos, la pagamos todos, pero a muchos no nos van a dejar disfrutarla plenamente, porque nos exilian a varios kilómetros de ella.
Y otra cosa: esto va a provocar también un descenso de los ingresos a los feriantes, puesto que el público de Barrakes ha tenido siempre la sana costumbre de darse su paseo por la feria, subir a alguna atracción, comprar algo de comer… eso ahora será imposible. Y otra más: la multitud de gente que hacía tiempo en Barrakes esperando a que pasara un poco el atasco. Esta gente dejaba dinero en el pueblo, bien en Barrakes, bien en la feria; amén de facilitar la salida retrasando su marcha. Pues nada, otra víctima en el camino.

El peligroso precedente. Si las quejas de unos pocos vecinos son capaces de conseguir que se perjudique a tanta gente, si se anteponen los intereses de unos pocos a los de la mayoría, cuidado, porque quien siembra vientos recoge tempestades. ¿Qué pasa si todos somos igual de solidarios que los denunciantes? Imaginemos que los vecinos del Passeig Marítim denuncian el ruido y el humo de los fuegos. Que un grupo ecologista denuncia la contaminación que esos fuegos generan en la playa y el mar, el estrés para la fauna marina y la contaminación de los atascos de entrada y salida. Imaginemos también que esos mismos vecinos del Passeig denuncian las sardanas matutinas que no les dejan dormir. O que los vecinos de La Plantera y de Centre-Vila/Passeig denuncian las ferias, que hacen más ruido que las propias Barrakes. O los vecinos de la Plaça del Dies Feiners, las orquestas pachangueras. O que alguien denuncia las molestias que provocan los atascos, tardar dos horas en llegar a casa desde el trabajo cuando normalmente tardas 15 minutos, no poder usar tu garaje porque hay un coche aparcado y la grúa no funciona esos días, o las molestias que genera a los que viven en calles principales tener cientos de coches bajo tu balcón hasta altas horas de la madrugada con su ruido de motores, música con las ventanillas abiertas, toques de claxon

¿Matamos la Festa Major, entonces? ¿Que nadie haga nada porque todo molesta? Intento ser compresivo con la AAVV de Els Pins, pero sinceramente, me cuesta. Sólo son cinco días, y además tres de ellos son festivos. Entre los edificos más cercanos hay varios hoteles y bloques de apartamentos, y mucha segunda residencia. Gente que es evidente que está de vacaciones y no trabaja a la mañana siguiente. Y las Barrakes acaban a las 3,30h, una hora más que razonable para una fiesta mayor. Objetivamente, no me parece para tanto y me pregunto qué pasaría en este país si todos fuéramos tan tolerantes y comprensivos como ellos. Me da la impresión de que esa «convivencia» de la que habla CiU saltaría por los aires en décimas de segundo. La Patum, Fires de Girona… todo debería cancelarse o llevarlo a las montañas.

No se eliminan los problemas para los vecinos. Se trasladan, que es diferente. Se los quitan a Els Pins, y se lo «regalan» a Ca L’Aguidó y Mas Cremat. Porque hablan de esa zona como si fuera el desierto de los Monegros, pero resulta que ahí también hay vecinos. Puede que incluso sean más. Lo de apuntar el equipo del sonido hacia Tordera es un camelo. Obvio que algo mitigará las molestias, pero pensar que por eso no va a molestar es absurdo. Lo que realmente molesta del sonido son las frecuencias graves, esas que hacen que retumbe todo. Y las frecuencias graves, a diferencia de las agudas, son omnidireccionales. Esto quiere decir que salen hacia todas direcciones con la misma intensidad. Sí, también hacia atrás. Por lo tanto, si alguien cree que en Ca L’Aguidó y Mas Cremat se van a librar del ruido, que se lo quite de la cabeza.

El otro problema no lo genera la música, lo genera la afluencia de público. Centenares de jóvenes atravesando el pueblo a pie, ebrios, de madrugada… ¿no molestan? Es decir, hay vecinos de Els Pins que se quejan por la gente que sale a fumar en los bares nocturnos, ¿y pretendemos que toda la gente que vuelva de Barrakes no van a molestar atravesando el pueblo a pie de madrugada en grandes grupos? ¿Los que accedan y vuelvan de madrugada en coches o motos, tampoco molestarán a nadie?

Y ahora, vayamos a los pros:

Una AAVV contenta (recuerdo que en la última recogida de firmas para quitar Barrakes de SU sitio, no eran ni 200…) y, tal vez, cuatro tristes votos para CiU.

– Y también… no, espera, ¡no hay ninguno más!

Es más, puede que ni siquiera eso. Porque el cálculo electoral de CiU da la sensación de estar tan mal planteado, tan improvisado a última hora, que parece ser que no se han parado a pensar que esos 100 votos que van a sacar en Els Pins, se van a convertir por otro lado en más de 1000 votos en contra de todos los que no queremos que Barrakes se muevan. Muchos jóvenes que no pensaban votar, ahora lo harán. Y no van a votar a favor de éste o del otro, no. Sencillamente, van a votar CONTRA CiU. Recordemos que CiU consiguió la alcaldía con poco más de 4.000 votos. Si hay 1.000 o 1.500 jóvenes que votan para echarlos, son historia.

Así que volvamos al «bien común» del Sr. Trias¿Perjudicar a miles para beneficiar a decenas es bien común? La democracia es el respeto a las minorías, pero sobre todo es la defensa de los intereses mayoritarios. Y en este caso, se hace todo lo contrario.
Si a eso le sumamos que el equipo de gobierno ha tomado esta decisión unilateralemente, sin informar a los organizadores ni llevarlo a votación con los grupos de la oposición, no sólo me parece una decisión errónea. Además me parece poco democrática.

Sinceramente, tengo pocas esperanzas de que recapaciten. No soy derrotista, soy realista. Lo han vendido en prensa como una victoria, y a cuatro días de las elecciones va a ser difícil que se echen atrás, porque parecería una derrota. Algunos grupos de la oposición presentarán un moción contra el traslado en el próximo pleno. Ojalá eso, sumado a la batalla que den los jóvenes del pueblo, sirva para hacer entrar algo de razón y sentido común en las cabezas del equipo de gobierno. Ojo, no me rindo. Hay que luchar hasta el último día y con todas las armas que tengamos, incluído el voto que es donde más les duele. Pero hay que ser conscientes de la dificultad de la empresa.

Empiezo a pensar que dan el Ayuntamiento por perdido, y poco les importan ya las consecuencias de este error histórico. Lo que nos lleva a esa clásica y escatológica frase que empieza con «Pa’ lo que me queda en el convento…»

7 pensamientos en “El bien común: Barrakes al seu lloc

  1. Completamente de acuerdo en todo Miki. En todo caso van a conseguir algo por desgracia cada vez menos frecuente: que una masa de ciudadanos se movilicen con un objetivo común, bravo!

  2. Estic completament d’acord. Molt bè noi. Jo, d’aqui tan lluny no puc fer res, espero que tot vaig bé, aquesta gent no mereix els votos de vosaltres. Quina rabia.

  3. Qué asco de gobernantes. Si ya me prodigaba poco por mi própio pueblo en estos eventos, ahora lo haré mucho menos.

    • Suponiendo que exista el evento, porque si no se bajan del burro y lo devuelven a su sitio, simplemente no habrá Barrakes y fin de la historia. Aunque tal vez sea justo eso lo que buscan…

  4. Mas Cremat, Ca l’Aguidó y yo añadiría el barrio de Mas Florit, que también está a un tiro de piedra y se verá afectado. Está claro que para el ayuntamiento estos son barrios de segunda división.

    • Cierto, me dejé Mas Florit… en cualquier caso, todos sabemos cómo funciona CiU en Blanes. Todo lo que no sea centre-vila, es la periferia, y por lo tanto ciudadanos de segunda. Ahora entiendo por qué mi abuela cuando va al centro dice que «va a Blanes»

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