Cara y cruz

En apenas dos días asisto perplejo a dos caras de la misma moneda. A la cara y la cruz del periodismo que nos toca vivir en estos tiempos de máximas fuentes y mínima credibilidad y fiabilidad.

En la madrugada del domingo, la Cadena COPE en su programa deportivo Tiempo de Juego lanza, en boca del director del programa Juan Antonio Alcalá y sin una sola prueba que lo confirme, una bomba informativa: el Real Madrid va a solicitar a la RFEF que intensifique y mejore los controles anti-doping, pues sospechan de Valencia y Barcelona, que tienen médicos «de dudosa reputación». Se cita a «fuentes fiables» del club banco como origen de la información, sin citar nombre alguno.

Por otro lado, esta mañana nos encontramos con la entrevista en TVE de Ana Pastor a Mahmud Ahmadineyad, el presidente iraní. Una entrevista valiente y directa, una verdadera demostración de periodismo auténtico.

Mientras tanto en la COPE, la madrugada siguiente a tirar la piedra se apresuraban a esconder la mano y a pedir disculpas entre dientes. Mal y tarde. El daño está hecho. El rumor está en la calle, la prensa internacional se ha hecho eco… A todo esto, el Real Madrid comunica a los clubs señalados que todo es absolutamente falso.

En resumen: o el periodista de Tiempo de Juego miente y se lo han inventado todo, o le han colado un gol por toda la escuadra pero es incapaz de poner en su sitio a quien le filtró la información. En cualquiera de los casos malo, muy malo para él… y para el periodismo.

Casualmente (es un decir), días antes de que salte la liebre en la COPE el diario Marca comienza a publicar un estudio sobre los defectuosos métodos anti-dopaje en el fútbol español. Llamadme malpensado, pero yo no creo en las casualidades. Para colmo, unos días antes la Cadena SER se inventaba (o la engañaban sus fuentes, como a la COPE…) una agresión con arma blanca al entrenador del Real Madrid que resultó ser más falsa que un euro de plastelina, y que obligó a la SER a rectificar y disculparse. ¿Dónde quedó aquella máxima periodística de «contrastar la información»? ¿Cómo es posible que sus fuentes los engañen continuamente? ¿Tanto daño ha hecho el éxito de la prensa rosa y la telebasura que se ha convertido el método de trabajo habitual para el resto de la prensa?

Lo de menos, en realidad, es el fútbol. El verdadero problema es que asuntos como éste vienen a demostrarnos que en el periodismo de hoy en día, la profesionalidad, lejos de ser norma, es excepción. Hay prisas, ansías de las malditas breaking news, hambre de exclusivas, de aumentar audiencias o ventas como sea y a costa de lo que sea. Y no sólo eso, hay algo peor: por delante de la información y de la ética, están los intereses que se defienden. El sectarismo es la nueva religión del periodismo.

PSOE o PP, Barça o Madrid… lo importante es tener claro de qué lado estás y cumplir con tu misión. Así que si no existe la noticia que beneficie a mis intereses (o perjudique los del rival), pues me la invento. Si hay que mentir, se miente. Si hay que insultar, se insulta. Si hay que manipular imágenes o sacar frases de contexto, se hace y punto. Al día siguiente (casi) pido disculpas, y aquí paz y después gloria. Pero ya he sembrado la duda. Objetivo cumplido. Si ésto se hace en el periodismo deportivo, asusta pensar  en lo que no se hará en el periodismo político o económico, donde hay mucho más en juego.

Justo cuando entre la prensa rosa, el amarillismo deportivo y los voceros de Intereconomía (y similares) están llevando al periodismo a tocar fondo, aparece Ana Pastor para hacer una entrevista magnífica, toda una lección de periodismo. Preguntando lo que hay que preguntar, sin amedrentarse ni dorar la píldora al entrevistado de turno, aunque ese entrevistado sea alguien tan poco amigo de la libertad de expresión (y de la mujeres) como el presidente iraní. Lengua afilada, mente rápida, el dedo en la llaga. Es de visión obligada. Algunas preguntas e incluso algunas respuestas de  la periodista son sencillamente antológicas. Un verdadero soplo de aire fresco. Ya había demostrado Ana Pastor que es una periodista de las llamadas de raza (desafortunado adjetivo para elogiar a alguien, en mi opinión…), en una entrevista/combate de boxeo con Esperanza Aguirre que sorprendió a más de uno. Detrás de esa cara bonita, toda amabilidad, se oculta una profesional de carácter, una gran periodista que, a diferencia de tantos otros, sí hace su trabajo.

La gran imagen profesional de esta periodista, todavía crece más cuando la comparamos con lo ocurrido apenas dos días antes en el terreno deportivo, dónde pudimos asistir a una exhibición de los dos peores defectos que puede tener el periodismo: la falsedad y/o la cobardía. Ana Pastor nos ha reconciliado a muchos, aunque sea momentáneamente, con el periodismo. Y, posiblemente sin pretenderlo, le ha recordado a más de uno de qué va eso de ser periodista…

Lo más triste de todo esto, es que después del soberbio trabajo realizado por Ana Pastor, el 90% de los comentarios sobre la entrevista se refieren al hecho de que acabó sin llevar el pañuelo en la cabeza. La anécdota por encima de la información. Lo superficial por encima de lo sustancial. Lo relevante al servicio de lo llamativo. Resulta tragicómico. De nada sirve hacer bien tu trabajo, al final, todo queda en el fotograma que más destaca. El resto, lo verdaderamente importante, pasa a un segundo plano.

Pero, al fin y al cabo, no podemos esperar mucho más de un país en el que se cierra una referencia informativa mundial como CNN+ para emitir Gran Hermano 24 horas. O deja en el «paro» a gente como Gabilondo o Calleja, mientras da un premio Ondas a Jorge Javier Vázquez y ofrece a Belén Esteban cuatro años de contrato a 2 millones de euros por año… El periodismo va de mal en peor, es cierto. Pero, ¿no será que nos lo hemos buscado nosotros?

Yo, de momento, seguiré viendo a Ana Pastor… y añorando a Carlos Llamas o Eduardo Haro Tecglen.


5 pensamientos en “Cara y cruz

  1. Te felicito por lo bien que redactas tus reflexiones. Una observación: no se como te sorprendes de la repercusión de los métodos de la prensa rosa en el periodismo deportivo. Hace muchos años que los dos están en el mismo nivel de amarillismo, y yo diría que, por momentos, hasta se retroalimentan. Por lo demás comparto totalmente tu opinión.

    Un abrazo compañero.

    • No es que me sorprenda. Como bien dices, hace años que son harina del mismo costal. Lo que ocurre es que tengo la impresión de que antes lo hacían con asuntos sin importancia (fichajes, fiestas nocturnas de futbolistas y demás zarandajas) y la percepción de la situación era algo menos preocupante… y que al coincidir en el espacio-tiempo con una entrevista de verdad, se ven más los defectos por el efecto espejo.

      Un abrazo company, y gracias por tus felicitaciones. Nos leeemos.

  2. La entrevista de Ana Pastor es una patada en los huevos al islamismo radical. El tono de la entrevista, muy agresiva y directa, sin medias tintas. La actitud, no deja que Ahmadineyad la lleve a su terreno. Y el toque del pañuelo es la dignidad de una mujer que sabe lo que hantenido que luchar ( hace 40 años una mujer no podia vender SU patrimonio sin el permiso de su marido) para estar como estan ahora, que siente ver la situacion de la mujer en paises islámicos.
    Y Miky, no mires la tele!!! Yo tengo 3 teles en casa y las uso para oir la radio ( ya se que es tonto, pero lo hago XD). la tele para el APM? futbol y series.

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